El encuentro
El encuentro
Acrílico, lápices de colores y pan de oro sobre papel de 350gr
50cm x 70cm
2024
Serie Los secretos del corazón
"Por más que siga esperando, sé que debo ir a tu encuentro para que vengas a mí. Aún sigo creyendo, ilusa, que aparecerás cuando no esté mirando. Y ese es el gran secreto: que sin mirar, no puedo ver.
Creer es crear, abrir el canal para que llegue toda esa información y expandir mi amor más allá de mis miedos.
No hay secretos para ti, porque el todo nos sostiene un poquito más cerca cada día. Porque no existe el desequilibrio; si hay perfección en lo minúsculo y en la inmensidad, no sería posible el desequilibrio en el camino de vida."
Fotografía de la obra: Rose Wieshamm
Esta obra forma parte de la serie Los secretos del corazón.
Desde siempre, el anhelo de lo divino ha sido una constante en mi vida, un eco sutil pero profundo que resonaba en mi corazón. Durante años creí que buscar a Dios era apoyarse en las estructuras espirituales: la religión, la rigidez de las doctrinas, las formas impuestas. Sin embargo, con el tiempo, empecé a entender que aquello que buscaba no residía en las formas externas, sino en el amor. Un amor puro, sin connotaciones de miedo, culpa o juicio. Un amor que, desde niña, había sentido como una chispa encendida en mi interior.
La creación de esta exposición es el fruto de una búsqueda personal, íntima y profunda. Me he sumergido en las aguas de mi propio corazón para escuchar, más allá de las palabras, la esencia de lo sagrado. En este viaje, he comprendido que lo divino no es algo distante ni inaccesible; es, por el contrario, un ritmo pulsante, una presencia constante que se manifiesta en lo cotidiano, en lo más íntimo de nuestro ser. Es un diálogo entre el espíritu y el cuerpo, entre la intuición y el entendimiento.
A través de estas obras, ofrezco una exploración de lo sagrado desde la experiencia personal. Cada obra es un reflejo de mi búsqueda, de mi apertura a una conexión que va más allá de lo visible. El espectador es invitado a sumergirse en este espacio, a dejarse guiar por la intuición y el sentimiento, a encontrar en estas formas y colores su propio camino hacia lo trascendental. Porque lo divino no tiene un solo nombre ni una única forma de ser encontrado.
Mi obra no es una respuesta, sino una invitación. Es un espacio de encuentro, de reflexión, donde cada uno puede abrir su corazón y escuchar lo que yace más allá de las palabras, de las estructuras. Los secretos del corazón no están destinados a ser desvelados completamente, sino a ser vividos, sentidos, como un latido que nos conecta con algo mayor, con lo inexpresable, con lo divino.
Con esta exposición, ofrezco mi experiencia, mi búsqueda, y el espacio para que cada uno pueda encontrarse a sí mismo en el espejo de lo sagrado. En cada obra, en cada gesto artístico, yace mi camino, pero también el camino de quienes están dispuestos a ver, a sentir, y a escuchar con el corazón.
Puedes consultar todo el proyecto aquí